Los dos eventos dan inicio con la salida del campamento de todas las tribus astures y todas las agrupaciones romanas, que discurren por las diferentes calles de la ciudad desfilando hasta alcanzar la Plaza Mayor donde comienza el recibimiento. El Recibimiento del César se creó para dar un protagonismo especial en si mismo, al realizarlo el viernes por la tarde y que se desarrollaba en la Plaza Mayor y que servía para celebrar la llegada a la ciudad desde Roma del Cesar, que aclamado por su gente y, a la vez reprobado por el pueblo astur, se le entregaba la llave de la ciudad. Se solía completar con actos de teatro adaptados a la época. En su discurso nos emplazaba a todos para el circo romano del día siguiente. A partir el 2005 a dicho recibimiento asistía el caudillo Astur que también intervenía en el acto con otro discurso en el que retaba a los romanos a dirimir sus fuerzas en la arena del circo. Todo ello entre vítores de unos y pitos de los oponentes.