Los orígenes del nombre de la cabrera se relacionan con la existencia de los cabruagénicos o cabragini, nombre de connotación celta compuesto de las raíces “cabro” y “geno”, y del sufijo “icus”.
Se trataría del nombre del pueblo habitante de la zona antes de la llegada de los romanos, el clan de los cabruagénicos, perteneciente a la tribu de los zoelas. Existe una tradición, procedente de la época de la Edad Media y que cuenta cómo los musulmanes fueron arrojados de La Cabrera mediante un nutrido rebaño de cabras soltadas en la noche con teas encendidas en sus cuernos, las cuales dejaron sorprendidos a los moros, que pensaron que se trataba de un poderoso ejército cristiano. El temor hizo que huyeran y abandonaran la región. Cuando cayeron en la trampa exclamaron: ¡Cabra era! La información sobre los primeros habitantes de la comarca es debida a los hallazgos y excavaciones arqueológicas realizadas en la Corona y en el Castro, cerca de Corporales. Estos trabajos sacaron a la luz poblados de antiguos moradores que posteriormente fueron arrasados por los conquistadores romanos. Los datos nos informan sobre las formas de vida de estos grupos dedicados a la ganadería y al pastoreo. Existen más yacimientos arqueológicos, como los castros de Nagar, Saceda o Castrillo de La Cabrera entre otros. Lo único cierto es que se conservan restos de las épocas de los astures y de los romanos, fechados entre los siglos V y I a. de C. La presencia romana queda patente al referirnos a las causas de penetración de Roma en la zona astur, momento en que se constatan las primeras noticias sobre la riqueza aurífera de la zona al norte de La Cabrera (Las Medulas). Para la extracción del oro se utilizó toda el agua necesaria del río Cabrera y sus afluentes. La llegada de los romanos, atraídos por la riqueza minera, provocó una mezcla de la cultura latina y la indígena y una ocupación de los castros, donde ya se alternan las típicas construcciones redondas anteriores con las rectangulares recién importadas. También se conserva de la impronta romana los “carriles”, excavados en la roca y por los que se conducía el agua hasta la explotación aurífera de Las Medulas, la más productiva del imperio romano. La llegada de Roma a la comarca apenas supuso transformaciones socioeconómicas en La Cabrera, ya que se mantuvo un fuerte sustrato indígena hasta momentos muy avanzados. La sociedad establece una clara división entre dominadores y dominados y la base de la economía sigue consistiendo en la agricultura, la ganadería y las explotaciones mineras.