

Desde el penúltimo domingo de Julio hasta el último domingo del mes (ambos inclusive) se suceden las actividades, eventos y exposiciones que nos arrastran al tiempo en el que Roma llegó a nuestro territorio.
La primera vertiente de nuestras fiestas tiene una profunda naturaleza didáctica y divulgativa, concienciando a través de exposiciones, disfrutando de las jornadas gastronómicas asturromanas o los más vistosos actos recreacionistas. No obviemos el amplio abanico de talleres y actividades infantiles para que los más pequeños se inicien en esta aventura histórica.
El otro aspecto más festivo es el germen que implica al grueso de colectivos de nuestra ciudad y que da nacimiento al campamento asturromano. Este enclave único permite vivir durante unos días en un auténtico castro astur, deambular entre las domus de los patricios o las tiendas de los legionarios de Roma.
Debemos destacar el Circo Romano, punto de partida nuestras fiestas hace más de treinta años, y en el cual se baten deportivamente una selección de los mejores guerreros astures y los más avezados jóvenes romanos mientras son jaleados por miles de espectadores y forofos en la grada.
También podemos pasear por el mercado asturromano y adquirir productos de artesanía o deleitarnos con las múltiples ambientaciones musicales, los fastuosos desfiles o los actos teatrales que evocan nuestro pasado.
Sean invitados de excepción en este pasaje dos mil años atrás, y que sus plumas y tablillas dejen rubrica del pasado que será nuestros días venideros. Astúrica Augusta les da la bienvenida.